11 de abril de 2011

"El Amor entre el Humor y el Dolor".


Czernikowski, Esther Victoria (Buenos Aires, Paidós, 2004).
Hay parejas y parejas. Parejas cuyos eslabones se ajustan de distintos modos. Están los que definitivamente se enganchan mal, los que no giran libremente. Y esa trabazón puede durar días, años... Otras, cuyos eslabones están sueltos y "cada uno hace la suya". Algunas parecen ser un solo eslabón, y no se distinguen uno del otro. Otras sólo funcionan si hay un tercer eslabón en discordia, y si falta ?si alguno se divorcia- todos quedan libres...
Son muy diversos los modos de andar de a dos. Y en este libro Esther Victoria Czernikowski, con una extensa trayectoria como psicoanalista de pareja y de familia, nos revela algunas claves que explican por qué tan a menudo el amor rima con dolor y con insatisfacción.
Pero existe otra rima posible: el humor, y es echando mano de este recurso que la autora ilumina conceptos del psicoanálisis que suelen ser inaccesibles al público por su lenguaje excesivamente técnico, pero que resultan muy útiles para esclarecer el modo que adoptan los vínculos.
¿Qué implican las frases "mi peor es nada" o "es mejor estar solo que mal acompañado"? ¿Por qué tememos tanto a la nada y el vacío, o a su versión más prosaica, la soledad? ¿Y cómo juega eso en el interior de la pareja? ¿A qué alude el tan mentado mito de Narciso? ¿Y el archiconocido "complejo de Edipo"? ¿Qué pasa con la sexualidad? ¿Es cierto que "hemos recorrido un largo camino", o todavía hoy los hombres prefieren a algunas para casarse y a otras para divertirse? ¿Qué significa "ser" el falo o "tener" el falo? ¿Y cuando el amor se acaba? ¿Qué hay detrás de la culpa y los reproches?
Éstos son algunos de los temas que la autora desgrana, ilustrándolos con ejemplos tomados de la vida real, con relatos que provienen de la literatura, con chistes ?que desde Freud sabemos cuánto de verdad contienen?, todo ello con una prosa ágil e inteligente que permitirá a los lectores incursionar en los meandros del amor, poniendo más en la balanza del humor que del dolor...