García Gutiérrez, Antonio (Plaza y Valdés, 2011).
Las culturas han elaborado, durante milenios, tecnologías de la
comunicación y clasificaciones del mundo que han proporcionado cohesión,
sentido y expansión a modos sumisos de vida. Pero, a finales del siglo
XX, se diseminan por el planeta tecnologías digitales interactivas, de
raíz epistémica occidental, que invitan a los sujetos a participar en
una transacción ilimitada de valores y categorías heterogéneas, cada vez
más desarraigadas de unas matrices culturales originarias ya en
disolución. En este ensayo, se denomina transcultura a la lógica y
prácticas de comunicación digital que desbordan la propia digitalidad y
comienzan a reorganizar todos los rincones de la existencia subjetiva y
comunitaria. Por otra parte, el “pensamiento desclasificado” encuentra
en el desarraigo transcultural un nuevo lugar de oportunidades para
superar el estancamiento del pensamiento moderno mediante la
rehabilitación de recursos cognitivos proscritos por la epistemología
hegemónica –como la descentración, la ambigüedad, la provisionalidad, la
incertidumbre, la estesia y, especialmente, la superación dicotómica y
la contradicción– que no sólo promueven una comprensión teórica
diferente de la nueva cultura global, al permitir repensarla desde
perspectivas marginales y cambiantes, sino que también sostienen un
proyecto de emancipación reflexiva respecto a los nuevos, precarios y
acelerados mestizajes simbólicos transculturales.