14 de diciembre de 2016

Mitomanías de los sexos. Las ideas del siglo xx sobre el amor, el deseo y el poder que necesitamos desechar para vivir en el siglo XXI. Eleonor Faur, Alejandro Grimson (Siglo XXI, 2016).

Mujer, esposa, madre, a cargo de las tareas domésticas. Hombre, sostén del hogar, trabajador de tiempo completo fuera de su casa. En la intimidad, la diosa sexy y el macho siempre dispuesto. En pleno siglo XXI, atravesamos una época de cambios en la que muchos estereotipos sobre los géneros y la sexualidad parecen en entredicho. Sin embargo, lejos de haberse evaporado, siguen ahí: se activan cada vez que algo no encaja con nuestras ideas de “lo típicamente femenino” o “lo típicamente masculino”. Y hacen que, frente a eso que nos incomoda, optemos por señalar con el dedo, deslizar una ironía o estigmatizar.
En Mitomanías de los sexos, Eleonor Faur y Alejandro Grimson recorren los laberintos de nuestro lenguaje, los lugares comunes en los que caen hasta los más abiertos y progresistas, para mostrar cómo las diferencias –entre hombres y mujeres, entre parejas heterosexuales y parejas homosexuales– pueden convertirse en grandes o pequeños actos de injusticia. Por eso, más que los casos extremos de violencia o sumisión, este libro ilumina las situaciones y tensiones cotidianas. Las que se juegan, por ejemplo, en el vestuario de un club o en la tribuna de una cancha de fútbol, donde se necesita mucha seguridad y valentía para no festejar un chiste misógino o no corear una canción que parece de la época de las cavernas; las que se juegan en los encuentros eróticos cuando una mujer toma la delantera. Para no hablar de las identidades –travestis, transexuales, intersex– y las orientaciones sexuales que no caben en esquemas binarios y nos obligan a dejar de ver el mundo en blanco y negro.
Con humor, con argumentos, con ganas de abrir la discusión en todos los ámbitos, los autores muestran el reverso de los mitos y las medias verdades, poniendo la lupa sobre el machismo explícito pero también sobre las zonas grises. Contribuyen así a esa lucha múltiple y colectiva por iguales oportunidades y vidas más libres.