"Se puede pasar por las tragedias sin el sentimiento trágico de la vida, especialmente cuando se tiene el sentimiento delirante de la vida. Las tragedias del Nombre-del-Padre son de otra época. Nuestras tragedias modernas, que tienen una importancia aún mayor -las tragedias del siglo XX han sido las tragedias mundiales, suponen la pérdida previa del sentimiento trágico de la vida. Es lo que hay, lo que nos espera: no estamos aliviados de ninguna manera de las tragedias, pero las vivimos con algo que es otro sentimiento de la vida. Esto es lo que el libro quiere explorar." Eric Laurent.