22 de octubre de 2012

"Condiciones"

Badiou, Alain (Siglo Veintiuno Editores, 2012).
 Condiciones pone en escena el devenir de un pensamiento insaciable, riguroso y polémico, que se interroga sobre la verdadera naturaleza del acto filosófico. Para Badiou, la filosofía sólo tiene lugar bajo ciertas condiciones: son ellas las que están detrás de las grandes rupturas. Así, por ejemplo, Hegel sólo pudo concebir la noción de la Idea Absoluta por la deslumbrante novedad de la Revolución Francesa, y Nietzsche desarrolló una relación dialéctica entre la tragedia griega y el nacimiento de la filosofía en el contexto de la tumultuosa sensación generada por el descubrimiento del drama musical de Richard Wagner. El transcurrir de la filosofía responde a la forma clásica de tema y variaciones, repetición y novedad. Pero ambas llegan después de algunos acontecimientos en política, arte, ciencia o amor, que proveen la necesidad de una nueva variación sobre el mismo tema.
Por lo que a mí respecta, la filosofía depende de algunos campos no filosóficos. Y he llamado a estos campos las “condiciones” de la filosofía. Simplemente querría decir que no limito las condiciones de la filosofía al progreso de la ciencia. Propongo un conjunto más grande de condiciones, bajo cuatro tipos posibles: ciencia, pero también política, arte y amor. Por lo tanto, sería posible que yo dijera que el desarrollo de la filosofía es su propia adaptación gradual al cambio en sus condiciones. Entonces ustedes podrían decir: ¡La filosofía está siempre por detrás! ¡La filosofía está siempre tratando de alcanzar las novedades no filosóficas! Y yo debería decir: ¡Correcto! Esa fue de hecho la conclusión de Hegel. La filosofía es el pájaro de la sabiduría, y el pájaro de la sabiduría es el búho. Pero el búho alza vuelo cuando el día ha terminado. La filosofía es la disciplina que viene después del día del conocimiento, el día de las experiencias, al comienzo de la noche. (Alain Badiou)

"Huellas freudianas en la última enseñanza de Lacan"

Delgado, Osvaldo (Comp.) (Grama, 2012).
Este libro es el resultado del trabajo realizado en las Reuniones Epistémicas de la Cátedra I Psicoanálisis Freud Prof. Tit. Dr. Osvaldo Delgado de la Universidad de Buenos Aires, correspondiente al año 2011.
Se trata del abordaje del Seminario 22 RSI (1974-1975) de J. Lacan.
Aquí los autores analizan lo concerniente a las relaciones, referencias, divergencias, torsiones y desarrollos del texto, a partir de la obra de S. Freud y volviendo a ella todo el tiempo. Se trata en definitiva, de un trabajo de articulación y diálogo de la obra del creador del Psicoanálisis con el citado texto de la última enseñanza de J. Lacan, el cual muestra la deuda y pertenencia a la obra de S. Freud así como su vigencia.
El artículoinaugural del propio Prof. Delgado no sólo dilucida y articula este texto de J. Lacan con la obra freudiana, sino que también seña antecedentes, relaciones e implicaciones con el pensar y el discurso filosófico.
El dossier de referencias freudianas al texto así como el desarrollo de cada Clase es el despliegue del trabajo de articulación.
A la dificultad propia de este singular –Seminario 22 RSI- se suma la circunstancia que fue elaborado para la comunicación oral y con posterioridad los autores compusieron el escrito.
De las numerosas versiones de este texto inédito con las que contamos en español, se han utilizado la transcripción realizada por J. A. Miller en Ornicar? 2-3-4-5, así como la versión crítica de R.E. Rodríguez Ponte.

17 de octubre de 2012

"Historias y Filosofías del Cuerpo"

Anrubia, Enrique Marugán, Isidro R. (Editores) (Editorial Comares, 2012).
Historias y Filosofías del Cuerpo es el fruto de las III Jornadas Internacionales de Filosofía de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Nacidas bajo conferencias, hoy dan su fruto como textos escritos de un nivel técnico más acorde al formato escrito.
El viaje que realizamos en este pequeño estudio pretende abarcar la difícil y rica diversidad reflexiva del cuerpo humano. La perspectiva global del libro no es otra que entender que el cuerpo es comprensible como metafóra, como sede, como vivencia, como política, y que todo ello no anula sino que engrandece su peculiaridad (la nuestra, al fin y al cabo). Así, los distintos capítulos son siempre vínculos reales de nuestra vida más que «meras ópticas» de estudio: Mi cuerpo es un nudo ineludible de experiencias.
El primero de los ensayos —«El cuerpo y la música» de Joan Baptista Llinares— es un acercamiento al cómo la música excita, sumerge y despierta en el ser corporal efectos novedosos que sólo la «sonoridad» permite. Llinares aborda esta íntima relación entre el cuerpo y la música a ravés de autores como Lévi-Strauus, Nietzsche y Dostoievski. Jacinto Choza reflexiona desde un análisis filosófico-cultural el lenguaje, el signo y el gesto como manifestaciones más visibles y orgánicas de la corporalidad humana. En el siguiente ensayo, Marcelo L. Cambronero asume la metáfora del cuerpo humano, quizás no comprendida ni compartida por la filosofía contemporánea, para reflexionar acerca de la posibilidad de una vida común, y por extensión de una comunidad, a la cual podemos denominar como un «cuerpo político». Los profesores Alejandro Vigo y Agustín Serrano de Haro analizan la problemática del «cuerpo vivido» desde la perspectiva de la fenomenología donde se plantea la cuestión del método filosófico y de la justificación de la experiencia de sentido desde una visión integral y amplia en todas sus manifestaciones y del análisis husserliano del peculiar vínculo entre concepto del fenómeno y la vivencia del cuerpo propio. Por último, Xavier Escribano nos aproxima y descubre otros confines sobre la experiencia corpórea, el «cuerpo poético», donde ésta se desvela como esa «otra corporalidad» que no es un objeto más entre las demás existencias sino un suceso más vaporoso, unido a su propia realidad y del mundo, en su insondable ilación de entendimiento y expresión con el universo capaz de acoger el logos de la realidad sensible, rauda a festejar su pertenencia a este mismo mundo que habita.

15 de octubre de 2012

"Lecciones psicoanalíticas sobre los celos"

Assoun, Paul-Laurent (Nueva Visión,2012).
Freud presenta los celos como la clave de "la vida psíquica, normal y patológica". En esta obra se trata de mostrar el aporte psicoanalítico a ese fenómeno-encrucijada, basado en el fundamento de la clínica y de la teoría freudiana. En un primer momento las formas de los celos se detallan conforme a la tipología freudiana: los celos normales o competitivos, los celos proyectivos -que determinan que el sujeto impute a la pareja sus propios deseos de infidelidad-y finalmente los celos delirantes, que se articulan con la paranoia. En un segundo momento, se estudia la génesis de los celos, desde la forma de la envidia del niño recientemente destetado hasta los celos edípicos, pasando por los celos fraternos. En una tercera instancia se detallan las formas psicopatológicas -diferencial de los celos neuróticos (de la histeria en su relación con la otra mujer o de la neurosis obsesiva, en su rasgo perverso)- y psicóticas. La investigación prosigue con un análisis de la escritura de los celos desde Shakespeare hasta Proust, como eco a la clínica freudiana y lacaniana; la obra concluye con un estudio de los celos como síntoma del lazo social y de la función simbólica. La visión de los celos como "mundo" se redescubre a través de la cuestión del duelo del objeto, de la herida narcisista y de la culpabili¬dad, por donde se confirma como la prueba de verdad del sujeto inconsciente, entre el deseo y el gozo. Paul-Laurent Assoun es profesor de la Universidad de Paris-7 Diderot, psi¬coanalista, autor de unas treinta obras, entre las cuales Ediciones Nueva Visión ha publicado Lecciones psicoanalíticas (sobre La mirada y la voz, Las fobias, La angustia, La transferencia, Hermanos y hermanas, Masculino y femenino, Masoquismo), El fetichismo, Freud y Wittgenstein, Lógicas del síntoma: lógica pluri-disciplinaria, La pareja inconsciente: amor freudiano y pasión poscortés, El prejuicio y el ideal: hacia una clínica social del trauma y El perverso y la mujer en la literatura.

14 de octubre de 2012

"Graduados".

Página 12*
La exitosa tira Graduados es, para la autora, un ejemplo de la “performance”, donde “se rompe la barrera invisible que, en el teatro occidental, separaba al actor del espectador”; y –como las redes sociales– presenta la cuestión de la “paridad”: “Debilitado el lugar paterno, la relación entre pares aparece como lugar privilegiado”.
Por Susana Matus **
Gran impacto ha tenido en estos meses la tira diaria Graduados, cuyos personajes centrales son un grupo de amigos, ex compañeros del colegio secundario, que vuelven a encontrarse veinte años después. Es una historia entre amigos, pensada para hacer eco en un imaginario donde la horizontalidad de los vínculos se privilegia para poner un velo al desamparo existencial. Vero, Andy y Tuca (Julieta Ortega, Daniel Hendler, Mex Urtizberea), protagonistas centrales, son capaces de armar y desarmar un pacto autoorganizado; un pacto que va y viene de la resistencia al consumismo, a su inevitable sumisión; donde el amor entre amigos pareciera ser más confiable que el amor parental o el de pareja. Loly y Vicky (Nancy Duplaá, Paola Barrientos), dos más que amigas, hermanas, junto con Guille (Juan Gil Navarro), el amigo gay, arman otro trío, en el cual el deseo y el acompañamiento en las funciones parentales aparece como la ligadura casi obvia. Patricia, Pablo y Augusto (Isabel Macedo, Luciano Cáceres, Marco Antonio Caponi), el tercer grupo de pares de la tira, están unidos por el desenfreno de la trampa y la mentira, pero entre ellos también circula la ilusión y, por momentos, sobre todo entre los hermanos Pablo y Augusto, la solidaridad surge como un valor. En Dana, Elías y Clemente (Mirta Busnelli, Roberto Carnaghi, Juan Leyrado) podemos entrever la necesidad de pertenencia a un vínculo entre pares, donde aparezcan códigos compartidos generacionalmente y un afecto que ni los hijos ni los nietos pueden ya aportar. Finalmente, está el grupo de Martín (Gastón Soffritti), su novia (Jenny Williams) y sus compañeros de colegio, aquel grupo adolescente que hoy, como hace 20 años, les permite dar los primeros pasos para conocer un mundo lleno de curiosidades, amores y frustraciones.
¿Qué hace eco en los espectadores? ¿Sólo se trata de identificaciones posibles o será, también, que la trama habilita, nos habilita a transitar la experiencia de la paridad? Reflexionemos obre estos conceptos, “experiencia” y “paridad”. Respecto de “experiencia”, son muchas las perspectivas y autores respecto de ella, pero en esta oportunidad –ya que aquí es central la relación entre actor y espectador– quisiera pensarla desde la idea de “performance”. En inglés, el término performance abarca a su vez múltiples y diferentes significaciones. Se lo relaciona con una amplia gama de comportamientos y prácticas corporales. Remite a un hacer; tiene público o participantes; tiene elementos reiterados que se reactualizan cada vez. Cada performance tiene sus convenciones y su estética y se diferencia de otras prácticas sociales de la vida cotidiana. Ejemplos de performance son: un partido de fútbol, un acto político, un funeral, una obra de teatro. Diana Taylor (Performance, Asunto Impresiones, Bs. As., 2012) sostiene que las performances operan como actos vitales de transferencia, transmitiendo el saber social, la memoria y el sentido de identidad a partir de acciones reiteradas.
La performance es una práctica y también una epistemología, una manera de comprender el mundo y una lente para mirar la realidad. En este sentido, la performance pone sobre el tapete que realidad y ficción no pueden pensarse separadamente, y que no hay un real más verdadero que la ficción de nuestra vida cotidiana. La traducción al español de performance: “actuación” o “ejecución” y evoca las ideas de puesta en acto, puesta en escena y presentación frente a una audiencia. La teatralidad y el espectáculo se han usado como sinónimos de performance. El espectáculo se refiere a lo que se puede ver en el escenario. Guy Debord (La sociedad del espectáculo, Champ Libre, 1967) caracteriza la “sociedad del espectáculo”, donde la relación social entre las personas se halla mediatizada por imágenes. Según este autor, los seres humanos se mueven dentro de una maquinaria de visibilidad regida por el consumismo, la vigilancia y la globalización.
Pero los espectadores son al mismo tiempo actores sociales con potencial para intervenir y responderle al poder. Y es en este sentido que la performance, como acto de intervención efímero, puede interrumpir el circuito económico y cultural de la sociedad de consumo, instalando el arte en el centro de la vida social, lejos de los museos y los espacios predeterminados para su producción. Por otra parte, se rompe la barrera invisible que, en el teatro occidental, separaba al actor del espectador. Las performances piden que los espectadores hagan algo, aunque sea nada. Y un ejemplo de esto son los tweets que manda la gente antes y después de cada capítulo de Graduados, pidiendo o criticando las acciones de los protagonistas, lo cual seguramente influye sobre los caminos que los guionistas van transitando.
Otro uso de la palabra performance la relaciona con la idea de rendimiento, logro o acción cumplida. Pareciera que la globalización también pudo atravesar la performance, dejando al descubierto el borde paradojal de las significaciones que marcan nuestra intersubjetividad. Tratándose de Graduados, creo que deberíamos entrecruzar el rating, en tanto performance/rendimiento, con la experiencia efímera –no por ello menos constituyente– del encuentro actores-espectadores: la performance arte-acción. Ganarle en la medición de audiencia al programa de Tinelli requiere participar en el coro mediático, en la sociedad del espectáculo; sin embargo, esta tendencia deja una huella en el imaginario y nos habilita a suponer cierto velamiento de la banalización subjetiva y social que venían ganando los espacios centrales televisivos.
Pienso que la trama de la historia que Graduados cuenta pone en juego una transmisión en la que todos participan, evocando códigos compartidos, construyendo nuevas marcas. Así, nuestra vida cotidiana se ve atravesada –junto con los personajes de la tira– por los diferentes modos de paternidad, las diversidades sexuales, las discriminaciones, las cuestiones de género, las adolescencias sin fin, las tradiciones familiares, las problemáticas en la filiación. Temáticas que van marcando el ritmo de estos personajes de 40 años, cuyas existencias muestran la complejidad actual: vivir atravesados por una simultaneidad de imaginarios: modernos, posmodernos y aun los que algunos, como Esther Díaz, dan en llamar póstumos (“Nuestra época es póstuma”, Revista Ñ, Bs. As., julio de 2012).
Una de las virtudes de Graduados –en consonancia con la moda de reencontrarse con amigos por Facebook– es poner en el centro de la historia las redes sociales, que para muchos constituyen marca característica de esta época. Y las redes sociales dan pie para poder reflexionar sobre la segunda cuestión que propuse antes: “paridad”.
En la modernidad, los trabajos antropológicos de Claude Lévi-Strauss postularon a la familia como átomo elemental del parentesco; desde el psicoanálisis, en consonancia con esto, Freud había definido el complejo de Edipo como determinación última de las neurosis. Ambas perspectivas suponían el lugar del padre y de las relaciones paterno-filiales como eje fundamental de la constitución subjetiva y social. Luego, desde la filosofía, autores como Foucault, Deleuze y Derrida, pese a sus diferencias teóricas, coincidieron en señalar un cierto sesgo adaptativo de la teoría edípica, por cuanto ésta ciñe la sexualidad a los dictados normativos de la familia burguesa. Según algunos de sus textos, en el capitalismo se codifica al deseo como mercadería para ser consumida y lo mismo sucede con el Edipo. Por su parte, en los nuevos paradigmas, con el pensamiento de la complejidad, se sostendrá la idea de multiplicidad, cayendo entonces la noción de centro único.
Podemos observar, además, que esa representación de familia tradicional fue dando lugar a una diversidad de configuraciones familiares que determinaron la transformación de las significaciones adjudicadas a los lugares paterno, materno, filial y fraterno. La debilitación del lugar paterno en tanto lugar de poder, así como la aparición de aspectos tiernos para esa función, conviven hoy con la habilitación de proyectos autónomos para la mujer, más allá de la maternidad. También cambió el lugar del hijo en lo familiar, desarmándose la significación de único ideal de trascendencia y de sentido privilegiado para la pareja conyugal. Es más, aparece claramente una separación entre el destino familiar y el de pareja.
Ahora bien, al atenuarse las funciones parentales, los vínculos se simetrizan y se produce cierta indiferenciación entre los lugares familiares. Surge un predominio de vertientes horizontales de la vincularidad. La relación entre pares aparece como lugar privilegiado para la ligadura libidinal. Todo esto pone en evidencia, en el imaginario social, múltiples dimensiones de significación para pensar los vínculos fraternos o de pares: unas ligadas al mandato paterno –ser hijos de los mismos padres, o seguidores del mismo líder– y otras relacionadas con la elección mutua y auto-organizada entre pares. En estas últimas, el liderazgo es situacional y las normas son producto de una circulación instituyente (Susana Matus, “Vínculo fraterno: de la legalidad paterna a la multiplicidad de legalidades”, en Entre hermanos. Sentido y efectos del vínculo fraterno, Lugar Editorial, Bs. As., 2003).
Hasta no hace mucho tiempo, lo fraterno sólo era considerado como un recurso para poner en juego las funciones de amparo y desprendimiento cuando los padres se hallaban impedidos de ocupar ese lugar. En la actualidad, con la caída del ideal familiar burgués, quedó al descubierto la imposibilidad constitutiva de las funciones parentales: velar el vacío originario de la subjetividad. En este fluir, donde vacío y velamiento se entraman, la horizontalidad de lo fraterno surge hoy con una nueva pregnancia, denunciando que la legalidad vertical única se correspondía con un imaginario centrado en un poder paternalista; dan así lugar a la aparición de múltiples legalidades, donde la paterna, si bien no es intercambiable, es sólo una de ellas.
Graduados es una performance de la paridad: un modo de ilustrar la ilusión de que esta experiencia, en la que participamos sin saber exactamente cuándo somos actores, espectadores, guionistas o directores, deje una huella que nos permita descubrirnos en una paridad que nos habita, nos constituye y también nos destituye, pero que, fundamentalmente, nos aporta una herramienta para seguir viviendo.
** Secretaria científica del III Congreso de Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares, Interrogando Experiencias, que se realizará del 1º al 3 de noviembre, organizado por la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo.

*Fuente: Suplemento Psicología Página 12

8 de octubre de 2012

"La fuga del sentido".

Miller, Jacques-Alain (Paidós, 2012).
Dicho de otro modo, Lacan nos propone una respuesta a la pregunta por el sentido bajo la forma de un ejemplo donde es patente la fuga del sentido, donde el sentido mismo no aparece encerrado en la combinación del significante y del significado. El ejemplo del enigma exhibe el agujero que lo consiste en como tal. Lo que le vale al enigma ser el ejemplo, es que el enigma es honesto, honesto porque no tapona ni vela el agujero por donde el sentido se fuga. Precisamente, es lo que opone el enigma y el concepto. El concepto, por el contrario, es una captación, una aprensión, una catalepsia, decían los Antiguos. Lacan en este escrito recuerda el Bregriff alemán: poner la mano encima. Por otra parte, es sensible que a medida que hace su elaboración, Lacan progresivamente transforma sus conceptos en enigmas, atiborró con enigmas su enseñanza, y -seamos honestos como el enigma- eso es lo que nos retiene: ese desciframiento. Evidentemente crear conceptos y crear enigmas son dos movimientos muy diferentes. Es claro que la enseñanza de Lacan creó conceptos enigmáticos, enigmatizantes, y difundió el sentimiento -puesto que estamos en lo sensible- que el sentido se fuga. (Extractado del capítulo 2)

4 de octubre de 2012

"La invención de la cultura heterosexual".

Tin, Louis-Georges (Cuenco de plata, 2012). Traducción: Lil Sclavo
El mundo que nos rodea está gobernado por el imaginario de la pareja heterosexual. Se trata de un imperio invisible que da por descontado su carácter “natural”, y que los cuentos infantiles, las revistas, el cine y la televisión, la publicidad y las canciones populares no hacen sino remarcar.
Louis-Georges Tin muestra que no siempre la pareja hombre-mujer ocupó ese lugar de privilegio en las representaciones culturales. En Occidente, esta jerarquización se inició en siglo XII con el desarrollo del amor cortés. Pero los sectores dominantes –la iglesia, la nobleza, y posteriormente la medicina– no cesaron de desarrollar estrategias de resistencia; antes de convertirse en norma, la pareja hombre-mujer fue largamente cuestionada. En conclusión, el autor nos invita a sacar la heterosexualidad del “orden de la Naturaleza” y hacerla ingresar en el “orden del Tiempo”, es decir de la Historia.

“¿Qué sería pues el hombre apuntando a la mujer? Más que la heterosexualidad, yo lo llamaría, junto con Louis-Georges Tin, el heterosexismo. (...) En el libro de Louis-Georges Tin habría quedado demostrado que “esta cultura heterosexual emergía en Occidente hacia el siglo XII”, pero sobre todo que esta nueva elaboración se debió a la ética cortés, que sustituyó el paradigma hombre/hombre por el de hombre/dama; una cultura de la heterosexualidad venía a ocupar el lugar de una cultura de la homosocialidad.” Jean Allouch, El amor Lacan.
 ----------*****---------
“Homosociales” en el Medioevo
El autor diferencia entre la conducta heterosexual y “el carácter heterosexual de la organización social”. Así, sostiene que en la Edad Media, más allá de los comportamientos en el sexo, primaba una “homosocialidad”, donde el “amor normal” se daba entre varones y “las mujeres se mantenían al margen y contaban poco”; la sociedad heterosexual nació recién en el siglo XII, con el “amor cortés”.
 
Hacer click aquí para ver la nota completa publicada en Página12.

"Adolescencias por venir".

Aduriz, Fernando Martín (comp.) (Greidos, 2012).
Este libro, querido lector, es el resultado del trabajo de psicoanalistas atravesados por la pregunta decómo serán las adolescencias por venir. Psicoanalistas que conversamos con adolescentes, a diario, y desde hace untiempo. Es un libro fruto de muchos años escuchando adolescentes en nuestras consultas, en nuestros puestos de trabajoen centros de salud y en hospitales, trabajo en el que no aplicamos idénticas recetas, métodos en serie, nicuestionarios ni protocolos estandarizados. Nos guiamos por la práctica clínica del uno por uno.

3 de octubre de 2012

“Consideraciones sobre Marxismo, Geneologia y Poder”. Reportaje inédito a Michel Foucault (1978).

La revista Foucault Studies publica en su ultimo número la transcripción de un reportaje inédito a Michel Foucault realizado en 1978 por Colin Gordon, y Paul Patton. Según Gordon, el reportaje, que llevo varias horas de conversación con Foucault en su residencia, no fue posteriormente aprobado para su publicación por Foucault, quien adujo que revisarlo requeriría mucho tiempo y esfuerzo. Gordon, que publicaría el libro Power/Knowledge dos años mas tarde, no parece haber insistido. Años mas tarde, Gordon dono su copia de la transcripción al Archivo Foucault, donde no parece haber despertado mucho interés. Es solo recientemente que Alain Beaulieu encontró una copia de este reportaje en los Archivos Foucault de la Biblioteca Bancroft, en la Universidad de Berkeley, California, EEUU, durante un trabajo de inventario de los materiales allí depositados.
Hacer click aquí para bajar el texto de la entrevista (en inglés). 
Site de la Revista: Foucault Studies

"La vida en la forma del tiempo. Un estudio sobre la fenomenología del tiempo en la obra de Edmund Husserl".

Illescas Nájera, María Dolores (Jitanjáfora Morelia Editorial, 2012).
Red Utopía, A. C.
Coordinador: Antonio Zirión Quijano
Consejo editorial: Círculo Latinoamericano de Fenomenología / Sección México
Consejo de redacción: Pedro Cortés Rodríguez, Alberto García Salgado, Marina López López, Emiliano J. Mendoza Solís, Ignacio Quepons Ramírez.
Editor: José Mendoza Lara.